viernes, 3 de junio de 2011

Te amo...

Reyna Geovanna Díaz Peralta
Siempre consideré que el amor no era para mí, que sólo los tontos se enamoran; los más débiles, los que no tienen carácter, los que no saben lo que quieren. Incluso, pensé que el amor no existía, que solamente era un espejismo que nos hacía daño, por esa razón decidí ponerlo fuera de mis planes de vida, para evitar eso que a muchos causa dolor. Sin embargo, a pesar de mis esfuerzos tan grandes, no pude evitarlo… Eso me enoja pero al mismo tiempo me llena de tanta paz y tranquilidad, que me incita a seguir descubriendo más sobre este sentimiento que me resulta muy complicado de explicar.
     Nunca imaginé sentir esto; me es un poco difícil decirlo pero, ¡me he enamorado! ¿De quién? De un ser extraordinario que me ha enseñado una infinidad de cosas, entre ellas, a perdonar. Su existencia me hace mucho bien y su amor se ha convertido en un tesoro para mí, mismo que celo y cuido a costa de lo que sea y de quien sea; por él, me he llenado de valor para enfrentar mis propios miedos y luchar contra la vida misma. La presencia de esta persona me hace sentir fuerte, pero al mismo tiempo débil porque con sólo una mirada me domina y me pone a sus pies; con un simple llamado me tiene a sus órdenes, el escuchar su voz se me ha hecho un vicio que provoca armonía en mis oídos, que me induce tranquilidad y verdad cuando todo es falso; sus ojos son una luz que me ilumina y guía cuando el mundo se ahoga en tinieblas, sus manos tan delicadas y suaves se convierten en puños cuando de protegerme se trata, su corazón se abre cuando necesito de él, sus brazos son cadenas que me sujetan fuertemente cuando estoy a punto de derrumbarme, sus pasos son los míos. Si me pidieran que describiera a esa persona, les diría que el sol y la luna son muy poca cosa junto a ella. Si me pidieran que la comparara con algo, de inmediato contestaría que no existe comparación alguna. ¡Este ser es único! Soy muy afortunada de tenerlo a mi lado, aunque a veces lo olvide y reaccione de una forma incorrecta e inmadura, atentando contra su amor. A este ser no le importa cuántas veces le haya faltado y lastimado, siempre me perdona sin pedirme nada a cambio; mucho menos me reprocha lo sucedido, aunque sé que sufre mucho cuando hiero su corazón. Incluso, lo he escuchado llorar en silencio, a solas, guardándose para él los sabores más amargos.
     Considero  que escribir es un  arte, la mejor forma  para decirle a alguien lo que se siente y piensa, para declarar eso que no nos animamos a decir de frente, es por ello que me animé a plasmar en este papel, todo lo que siento hacia esa persona de la que me he enamorado, pero  confieso que en este caso, el escribir me parece vulgar, mediocre y bajo, no me es suficiente para decir lo mucho que la quiero y admiro, sé que su fuerza y  amor me han sabido dirigir a la vida, brindándome las alas que necesito para volar. Tal vez no sepa cuál sea la mejor forma para expresarle mi sentir, pero conozco las cuatro letras que conforman la palabra en que se resume todo lo que acabo de decir, y ésta es mamá; así es, esa pequeña palabra encierra un gran significado de lucha y valor. Mi madre es ese ser de quien tanto les he hablado y del que me he enamorado por su valor. Gracias a ella, conocí el verdadero significado del amor. Por eso y muchas cosas más… te amo mamá.

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